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Ante todo, decir que el siguiente texto se escribe para seguir desmontando la leyendas rurales que durante mucho tiempo han campeado a su albedrio.
El que suscribe este artículo ha sido durante casi 20 años miembro de la Asociación Herpetológica Española (A.H.E), asociación para el estudio y protección de los anfibios y reptiles, y con el mismo lo que pretendo es desmentir tantas barbaridades y leyendas que se dicen y que que se pierden en el tiempo.
Por esa razón, y ahora en el estío, época formidable para el desarroyo y florecimiento de estas leyendas es por lo que vamos a tratar de aclarar algunas de ellas.
-Resulta totalmente falso que la salamanquesa escupa sobre los humanos, provocando la pérdida del cabello.
-Es falso, igualmente, que la culebrilla ciega o can sea venenoso. Es inofensivo como la especie anterior.-Ninguna serpiente por grande que sea tiene pelo o cerdas ( solo los mamiferos tienen pelo, nunca los reptiles).
-Es mentira que los ofidios (las culebras), practiquen ningun método de consumo de leche vía pezón de la mama humana mientras el infante se consuela con el rabo del bicho, totalmente falso.
-Las glándulas venenosas del sapo -genero bufo o Alytes, entre otras-, no son tan venenosas como se piensa y el contacto con su piel solo puede ocasionar ligeras irritaciones en mucosas y ojos; otra cosa es que te comas a un sapo común adulto con piel, que no es el caso.
-Los manantiales donde habitan las salamandras no se contaminan con la presencia de éstas, al contrario, sólo las fuentes pristinas y puras pueden albergar a estos legendarios seres, (en nuestra Provincia, concretamente en nuestra comarca, la salamandra Longirostris se encuentra extinguida.)
-Las serpientes y otros reptiles no lanzan ningún tipo de maldiciones contra los humanos atacantes.
-No existe en España en estado silvestre ninguna especie de reptil que sobrepase los dos metros y medio.
-Los rabos de las lagartijas son tejido muerto, una vez desprendidos de estos saurios en pocos minutos los movimientos convulsivos acaban. Nunca se desarrolla otra lagartija de estos rabos.
-Las serpientes no hipnotizan a los humanos, ni viceversa. Muchas especies sestean con pupilas trasparentes que les hacen parecer despiertas.
Estas y otras leyendas se contaron de animales que hasta épocas no muy lejanas nos eran ajenos y desconocidos, sin embargo estos animales solo ocuparon un nicho más entre nosotros.
Muchas personas se plantean qué beneficios ofrecen estos seres a los humanos, y es que los humanos siempre buscamos nuestro propio beneficio. La contemplación de estos seres sin complejos ni fobias es de por si un beneficio.
Ellos se han adaptado al medio y seguirán entre nosotros mientras se lo permitamos, no creo que necesitemos un beneficio para dejar que una especie siga su normal trascendencia en la vida.