jueves, 24 de junio de 2010

LOS PARAISOS PERDIDOS

Olivar de "La Jeza"

Uno de los problemas a los que se encuentran los agricultores andaluces es a la degradación de la tierra. Muchos factores inciden en ello; la perdida de fertilidad o de humedad, las plagas (algunas de ellas nuevas), o la alta rentabilidad, que en ocaciones se exigen a unos suelos agrícolas milenarios.
Esto hace que los agricultores lleven utilizando desde hace algunas décadas métodos agresivos con la tierra. Ellos lo saben, son conscientes que el subsuelo de sus propiedades está  siendo maltratado.
Tampoco ayudan las presiones agrícolas comunitarias, donde se exigen mayores cosechas a un precio cada vez mas apretado, lo que hace que las fincas situadas en suelos pobres, que por lo general suelen ser minifundios de pequeños agricultores, se queden rezagadas y con menos posibilidades de seguir adelanta, no solo eso, además estos minifundios están obligados al uso de mayor cantidad de abonos y productos fitosanitarios, que a su vez inciden de nuevo negativamente en el envenenamiento del subsuelo.
Un circulo vicioso donde parece que lo que se busca es la extenuación en vez de unas practicas agrícolas sanas.
En Illora hay 12.100 hectáreas de olivar, de las que mas de 10.000 H son de secano. Hasta hace unas tres o cuatro décadas el sistema dedicado a las practicas agrícolas del olivar tenia en cuenta ciertos criterios tales como la implantación de unas especies determinadas de olivar, el aporte de un abono orgánico, un crecimiento naturalizado de los olivos y una cava y enterrado in situ de la vegetación circundante al pie del olivo.
El resultado eran unos olivos enormes y bellos que formaban un bosque centenario en todo el sector de "La Jeza". Quien tenga mas de 40 años recordará estos olivos gigantes que podían aportar hasta 500 kg de aceituna por árbol. Sin embargo cambiaron los tiempos, se cortaron las altas ramas y el abono fue sustituido por un compuesto inorgánico. Se exigió mas rendimiento y se eliminaron setos y cultivos de leguminosas tradicionales como los garbanzos, habas o bezas.
Los olivos empezaron a ser pronto rociados por un sin fin de insecticidas foliales y otros productos, convirtiendo un hábitat tan complejo como el de las afamadas dehesas por algo mas simple, pobre y dependiente de esos nuevos tratamientos.
Por contra ahora tenemos unos ridículos arboles como sombra de lo que fueron, agricultores insatisfechos y ninguneados por las administraciones, unos subsuelos cargados de venenos que en ocaciones acaban contaminando acuiferos y un hábitat donde las aves ya no consumen las plagas propias del olivar ni consiguen encontrar amparo.
Esperemos que el tan jaleado por la Junta "Desarrollo sostenible" se haga patente de veras y que los agricultores se unan por conseguir unos olivares mas sanos, mientras podéis ver un fabuloso vídeo sobre el olivar ecológico ,Se Trata de Una Producción Agroecológica de Alcapared à partir de la idea original de Alejandro Gallego.


Olivar Ecológico from Tekieroverde on Vimeo.



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2 comentarios:

  1. Hola,
    es una pena que se haya perdido esos olivares que actuaban a modo de "dehesas" de extraordinaria biodiversidad, y donde a más de uno nos "salió los dientes" jugando y descubriendo la naturaleza...
    interesante y muy didáctico post.

    saludos subbéticos,

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  2. Gracias Bibiano, esta politicas agrarias europeas no siempre benefician los ecosistemas. Deberia de haber mas asesores endemicos y ligados al terruño.

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