QUE POR MAYO ERA POR MAYO......

Solo tenemos doce meses en un año, solo cuatro estaciones, pero por fortuna cada momento de una escapada para estar en contacto con la naturaleza es único e irrepetible.
Mayo pasa rápido, pero, ¿cuantas personas han podido disfrutar de la floración de las orquídeas, el canto del triguero, o los cortejos de la lagartija ibérica.
Hemos llenado cada rincón de nuestras vidas de enseres materiales y aficiones de moda. Hemos invertido mucho esfuerzo en crear una vida llena materialmente y vacía de contenido espiritual.
Nos hemos alineado y puesto el traje de moda, olvidando muchas de las cosas que la propia naturaleza nos había enseñado.
Se va mayo pero algunos salimos a verlo, y en escasos minutos encontramos prados aun verdes y charcos donde se agitaba un microcosmos. Hemos visto el bosque vestido de gala y campos perfumados que nos impregnaron con sus fragancias.
El sol de mayo es amable con sus criaturas y todo un ejercito de seres se agitan por la maraña de un pequeño prado o bajo las jaras de un monte. El aire tiene un olor dulzón en las laderas con retamales, y mas arriba junto a una zona de lavandas y tomillos nuestros pantalones se llevan las fragancias a nuestros hogares, para recordar a los que no salieron unos olores que lamentan haberse perdido un año mas.
Corretean las lagartijas, mostrando ocelos coloreados en sus gargantas y espaldas, y cercana al camino la temida culebra se solea, ajena a su fama y temerosa del mundo.

Los arroyos se van secando y las ultimas pozas albergan los renacuajos de algunos anfibios que se afanan por no morir desecados. También lo hacen criaturas del fango que escapan al ojo profano, insectos que están deseando en darse a conocer en otro articulo.
Pero mayo es sobre todo el mes de las flores, ¿cuanta diversidad espera ser catalogada en nuestros campos ilurquenses? Pasen y vean, parecen decir una gama floral que ruboriza al mejor de los botánicos. Vean sin sentir complejos los jarales, las orquídeas, los ranúnculos, los geranios silvestres o los clavelines. Suban a ver los piornales de Parapanda, ahora azulmente floridos.

Pero no lo hagáis en grupo numeroso, a ser posible id solos o con una buena compañia. Traeros de regreso una buena imagen archivada en el disco duro de vuestros recuerdos.